¡¡Buenos días!!
Hoy os traigo un post muuuuuy interesante. Pero antes de nada, se lo quiero dedicar a mis compis del área de repro, que trabajan sobre temas tan interesantes como éste 😀
En el momento que le dices a tu médico que estás pensando en quedarte embaraza comienza a darte directrices sobre lo que debes comer y lo que debes evitar, suplementos que debes tomar y el estilo de vida que te recomienda hacer. Sin embargo, ¿qué pasa con la parte masculina? No conozco ningún caso, en el que el médico se haya girado hacia el hombre y le haya dados directrices para esa deseada concepción.
Pues siento decepcionaros chicos, pero vuestro papel, es igual de importante que el de una mujer a la hora de concebir, así que ambas partes deben prepararse para ello, sobretodo si se están teniendo problemas reproductivos. Se calcula que una de cada seis parejas tiene problemas a la hora de conseguir un embarazo, y aunque aproximadamente el 50% esté causado por factores masculinos, el foco siempre está centrado en la parte femenina (que raro, eh…).
Pues hoy me voy a centrar en el papel masculino y vamos a hablar del papel de la dieta en la fertilidad masculina.
El proceso por el que una espermatogonia se convierte en un espermatozoide maduro que tenga la capacidad para fecundar un óvulo es muy complejo, se deben llevar a cabo multitud de etapas y transformaciones, y como en todos los procesos que ocurren en nuestro cuerpo, el papel de la dieta es fundamental.
Ácidos grasos
Desde hace años la industria alimentaria y las modas han crucificado a las pobres grasas como la oveja negra de la familia alimentaria. Pues nada más lejos de la realidad, las grasas juegan un papel importantísimo dentro de nuestro cuerpo, ya que, entre otras muchas funciones, son las encargadas de formar las paredes de las células, y por supuesto, también de los espermatozoides.
Pero claro está, sabemos que existen diferentes tipos de grasas, y así como unas son vitales para nuestro organismo, existen otras que deberíamos evitar. Si os interesa el tema, puedo hacer un post sobre los tipos de ácidos grasos y sus beneficios y perjuicios en la dieta.
Pero centrándonos en el tema que nos ocupa, la composición de los ácidos grasos de la membrana celular del espermatozoide va a ser un factor crucial para que se pueda producir la fecundación. En especial, juegan un papel muy importante la presencia de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga. Y aunque el nombre nos pueda asustar un poco, son muy fáciles de incorporar en la dieta ya que se encuentran en las nueces, en las semillas, en los aceites vegetales y en el marisco. Existen numerosos estudios que prueban que la incorporación en la dieta de este tipo de ácidos grasos mejora muchos factores que afectan a la infertilidad masculina.
Por otro lado, los ácidos grasos tipo trans y las grasas saturadas, tienen el efecto contrario. Su consumo provoca una disminución de la calidad seminal. Además se ha probado en modelos animales, que provocan una disminución en la producción de testosterona y del tamaño de testicular. ¿Dónde encontramos este tipo de grasas? Pues como os podéis imaginar, se encuentra en los alimentos procesados y en todos los tipos de frituras.
Antioxidantes
¿Os acordáis de todo el complejo proceso para formar un espermatozoide maduro? Pues en todos estos pasos, se liberan una serie de productos que provocan daño oxidativo, y éste daño provoca problemas de infertilidad. Y es aquí donde se ponen en marcha los famosos antioxidantes.
La joya de la corona de los antioxidantes del plasma seminal es la vitamina C, presente en multitud de frutas y verduras. La vitamina C es capaz de eliminar directamente los productos oxidantes. Es también muy importante la vitamina E, que es capaz de neutralizar dichos productos. Se encuentra presente en las hortalizas verdes, como el brócoli, en los aceites vegetales y en los frutos secos.
Toxinas ambientales
Al igual que los propios alimentos, las contaminaciones que vienen asociadas a ellos, son factores a tener en cuenta cuando hablamos de fertilidad.
- Hormonas: en la mayor parte del mundo, la leche se consigue a partir de vacas preñadas, y al igual que ocurre en la placenta, en la leche hay presencia de hormonas de carácter estrogénico que podrían afectar a la fertilidad masculina en un consumo muy elevado. Lo mismo ocurre con algunos tipos de carne.
- Mercurio: la contaminación por mercurio de algunos pescados, podrían afectar a la calidad seminal, disminuyendo la motilidad e incrementando morfologías anormales.
- Pesticidas: la mayoría de las frutas y verduras que consumimos están contaminados en mayor o medida con pesticidas. Por lo tanto hay que tener especial cuidado, no solo porque afectan a la infertilidad, tanto masculina como femenina, sino también porque afectan directamente a la salud. Tenemos que acostumbrarnos a hacer un buen lavado de este tipo de alimentos.
Si queréis ampliar la información, os recomiendo leer este artículo, donde hacen una revisión muy buena sobre la importancia de la dieta en la fertilidad masculina.
¡Así que, ya sabéis chicos, si tenéis en la cabeza aumentar la familia toca cuidarse a partes iguales!