¡¡¡Buenos días de viernes!!!
Nos encontramos en la «Semana de la Lactancia Materna» y por supuesto, vamos a comentar algunas cosas curiosas. Además, os voy a confesar, que es un tema que me encanta, tanto, que mi trabajo de fin de máster se basó en la búsqueda de probióticos de leche materna para el tratamiento de la enfermedad celíaca.
Como bien sabemos, la leche materna es la fuente de alimento más importante para nuestros bebés. Pero va mucho más allá de ser un simple alimento. Si tenéis la suerte de tener abuelas, os dirán frases como «el calostro es oro líquido» y no les falta razón (¡como casi siempre!).
Tenemos que tener en cuenta que los humanos llegamos al mundo desprovistos de muchas cosas y nos falta aún mucho que desarrollar para poder sobrevivir sin ayuda.
La leche es la encargada de formar la primera barrera inmunitaria del bebé, está plagada de elementos que favorecen la formación y el desarrollo del sistema inmune del bebé. La mamá le esta dando sus primera defensa inmunitaria.
¿Comida? ¿Defensas? ¿Algo más?
Pues sí mucho, mucho más. Dejando de lado la parte más psicológica de la formación del vínculo entre la mamá y el bebé (ya que no soy especialista en el tema), desde el punto de vista biológico hay una propiedad de la leche materna menos conocida comúnmente, pero que a mi forma de ver es maravillosa. Frente al convencimiento popular de que la leche es un fluido estéril, ¡nada más lejos de la realidad! La leche materna está plagadita de microorganismos que poco a poco formarán la microbiota intestinal del bebé. Se calcula que en 1 mililitro de leche materna de una mujer sana hay ente 1000-10000 microorganismos pertenecientes a diferentes géneros, entre los que destacan Streptococcus, Staphylococcus, Micrococcus, Latobacillus y Enterococcus.
La importancia del desarrollo de la microbiota intestinal
Algún día, haré un post exclusivo de la importancia de la microbiota intestinal o como se conoce popularmente «flora intestinal» (para los que me conocen saben lo pesada que soy con los probióticos y el kéfir… así que, obviamente ¡no va a faltar un post sobre el tema!).
El primer punto en el desarrollo de la microbiota intestinal del bebé, es en el parto. Durante el mismo la flora bacteriana intestinal y vaginal de la madre empieza a trasmitirse, es el primer contacto, aunque hay estudios que afirman también la llegada de microorganismos a nivel placentario. Esto parece lógico verdad, existe un contacto directo en ese proceso de parto.
Sin embargo, el tema de la lactancia me resulta cuanto menos fascinante. Como el cuerpo de una madre es capaz de seleccionar aquellos microorganismos beneficiosos de su cuerpo con el fin de dárselos a su hijo… ¡La naturaleza es maravillosa!
¡¡Felicidades a todas la mamás lactantes y a sus bebés, por que es su semana!!
#SemanaLactanciaMaterna
¡¡¡¡¡¡Feliz fin de semana a tod@s!!!!!